Los jóvenes de esa década vivían con temor al gobierno por
la entonces reciente historia de México y evitaron las manifestaciones en
contra de la prohibición de los conciertos de rock y la programación de este
género en la radio, pero la identificación con este estilo musical no
desapareció.
Diez años después de haberse mandado a las cloacas a todos
los rocanroleros, pero ahora teniendo el legado de bandas como “La revolución
de Emiliano Zapata”, “Three Souls in my
Mind” o “Love army”, se dio nuevamente un movimiento musical llamado -Rock en
tu idioma-.
¿Qué es lo que tiene este estilo de música que atrajo tanto
a los jóvenes y sigue haciéndolo todavía? Se dice que juventud es sinónimo de
rebeldía, pero quienes han vivido intensamente esos años de belleza y energía
saben la verdad.
Los ideales por la búsqueda de una vida diferente, de
cambiar a la sociedad, de despertar a los entumecidos conformistas, de derrocar
al gobierno corrupto y de vivir intensa y felizmente en la tierra natal, no es
rebeldía, es una aspiración insaciable por un cambio, se apuesta por algo
mejor, ese es el espíritu de la juventud rockera.
El rock contiene en su música ritmos no del todo bailables
pero sí que incitan a mover el cuerpo e invitan a levantar el puño para pedir
“más”. Conjuntado esto con las líricas emocionales, fúricas y pasionales,
incluso a veces hedonistas, la juventud
se identifica con la fuerza e inconformidad que representan.
Poco a poco se fueron abriendo las oportunidades en los
medios para transmitir y apoyar este tipo de música, que ya no era sólo eso, se
volvió todo un estilo de vida, con el que no todos se identifican, como diría
Alex Lora, “Yo soy un chavo de onda y me pasa el rock ‘n roll, pobre de los
viejos, ellos no lo pueden entender”.
Aquellas bandas que son ya íconos de este género musical,
personifican la libertad de quehaceres y expresión. Gritan a todo pulmón frente
miles de personas palabras altisonantes dirigidas a quien se las “merezca” o se
tatúan sin preocupación de ser encasillados como delincuentes. Muchas
actividades similares a éstas, son deseadas por ciudadanos comunes y corrientes y al no verse o sentirse libres para
realizarlas siguen las carreras y trabajos de quienes si lo hacen, porque se
identifican con ellos.
Esto no significa que los rockeros sean una aspiración de lo
que se quiera ser, ni que todos deseen vestir pantalones de cuero, chalecos de
mezclilla, usar tatuajes o llevar cabello largo y barbas crecidas, pero sí se
han de identificar con esa actitud de así
soy ¿y qué? , precisamente lo que simbolizan todos estos accesorios
visibles.
El ideal de hacer y decir lo que se quiera sin ataduras o
consecuencias, como lo hacen los rockeros, es precisamente con lo que se
identifican los jóvenes, de edad o mentalidad, que siguen este género musical. Pero
habrá que dejar en claro, antes de concluir este escrito que, una actitud sin
ataduras no es precisamente sinónimo de egoísmo. Identificarse con la vida rock
es un sentimiento social y como se menciona en un inicio, una esperanza de ser
más, pero ser más en conjunto.
http://disonancialeon.wordpress.com/2012/09/07/asi-soy-y-que/
http://disonancialeon.wordpress.com/2012/09/07/asi-soy-y-que/
No hay comentarios:
Publicar un comentario