Para aquellos que tienen memoria y estudiaron algo de
historia mexicana, saben que los PRIistas tienen experiencia, y con buenos
resultados, aplacando revueltas, grandes y pequeñas, adjuntando a esta
desgracia que los mexicanos no tenemos fama de organizados; punto menos para el
pueblo.
Ahora bien, no tomar una escopeta para correr a estrellarse
con un ejército significa agachar la cabeza y resignarse a lo que nos dan.
Actuar bajo el marco de la ley, tomar las normas y la Constitución a nuestro
favor es algo a lo que el gobierno del próximo sexenio no sabe responder con
firmeza, por que no lo conocen bien pero es algo a lo que no se pueden negar,
porque para eso están ahí y deben cumplir con nuestras demandas disciplinadas,
estructuradas, reales y legales.
Insisto en dos puntos principales que creo darán el éxito de
la lucha realmente al pueblo mexicano:
1) Actuemos
congruentes a lo que exigimos. No queremos a Peña en la presidencia pero ¿Por
qué? Para mí la respuesta es que no queremos de nuevo un gobierno corrupto y
opresor como lo ha sido el PRI, además de que un presidente con más habilidades
histriónicas que intelectuales o creativas no se merece dirigir a un país. Por
lo tanto, nos tocará a nosotros como pueblo exigente: no comportarnos hipócritamente
dando mordidas para agilizar trámites, no callar cuando estemos al tanto de una
anomalía, hacer valer derechos y responder a obligaciones cívicas, así como
aumentar nuestro nivel intelectual, informativo y comunicativo (fuera también
de redes sociales) para no imponer pero sí contagiar a la gente de este ímpetu y ánimos por una realidad de un México mejor con la ayuda de todos.
2) Unidos
persiguiendo un solo objetivo. Inventaré número para que no me fallen las
cuentas, si se convoca a la gente a salir a las calles a marchar o firmar actas
por las que no se quiere a EPN como Presidente sería posible reunir a 4
millones de personas, pero si se convoca a la gente a marchar para sacar a Peña
de la presidencia y meter a AMLO en su lugar se quedarían con la mitad de los
asistentes. Enfoquemos y juntemos fuerzas, partidos y apartidistas unidos por
un sólo objetivo a la vez.
Para aquellos que están contextualizados con el libro
"El Señor de las moscas (Lord of the Flies)" les hago las siguientes preguntas ¿Cuántos Jacks y Rogers tenemos por cada Ralph y Piggy en
nuestra sociedad? ¿Qué bando tenía la razón? ¿Es necesario llegar a esos extremos para resurgir?
No nos dejemos llevar por nuestro lado salvaje. Es tiempo de
que saquemos a relucir nuestra inteligencia, racionalidad y conciencia, que
aunadas al trabajo, denuncia y preparación nos darán la victoria segura, no
inmediata, pero segura.
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