martes, 3 de julio de 2012

Luchemos no con esperanzas de victoria sino con seguridad de un triunfo.

Alzarnos en armas para despojar al Presidente virtual de México del cargo que dice se ganó, no me parece una solución inteligente, porque combatiríamos con nuestro talón de Aquiles directo a su máxima fuerza.
Para aquellos que tienen memoria y estudiaron algo de historia mexicana, saben que los PRIistas tienen experiencia, y con buenos resultados, aplacando revueltas, grandes y pequeñas, adjuntando a esta desgracia que los mexicanos no tenemos fama de organizados; punto menos para el pueblo.

Ahora bien, no tomar una escopeta para correr a estrellarse con un ejército significa agachar la cabeza y resignarse a lo que nos dan. Actuar bajo el marco de la ley, tomar las normas y la Constitución a nuestro favor es algo a lo que el gobierno del próximo sexenio no sabe responder con firmeza, por que no lo conocen bien pero es algo a lo que no se pueden negar, porque para eso están ahí y deben cumplir con nuestras demandas disciplinadas, estructuradas, reales y legales.  

Insisto en dos puntos principales que creo darán el éxito de la lucha realmente al pueblo mexicano:

 1) Actuemos congruentes a lo que exigimos. No queremos a Peña en la presidencia pero ¿Por qué? Para mí la respuesta es que no queremos de nuevo un gobierno corrupto y opresor como lo ha sido el PRI, además de que un presidente con más habilidades histriónicas que intelectuales o creativas no se merece dirigir a un país. Por lo tanto, nos tocará a nosotros como pueblo exigente: no comportarnos hipócritamente dando mordidas para agilizar trámites, no callar cuando estemos al tanto de una anomalía, hacer valer derechos y responder a obligaciones cívicas, así como aumentar nuestro nivel intelectual, informativo y comunicativo (fuera también de redes sociales) para no imponer pero sí contagiar a la gente de este ímpetu y ánimos por una realidad de un México mejor con la ayuda de todos.

 2) Unidos persiguiendo un solo objetivo. Inventaré número para que no me fallen las cuentas, si se convoca a la gente a salir a las calles a marchar o firmar actas por las que no se quiere a EPN como Presidente sería posible reunir a 4 millones de personas, pero si se convoca a la gente a marchar para sacar a Peña de la presidencia y meter a AMLO en su lugar se quedarían con la mitad de los asistentes. Enfoquemos y juntemos fuerzas, partidos y apartidistas unidos por un sólo objetivo a la vez.

Para aquellos que están contextualizados con el libro "El Señor de las moscas (Lord of the Flies)" les hago las siguientes preguntas ¿Cuántos Jacks y Rogers tenemos por cada Ralph y Piggy en nuestra sociedad? ¿Qué bando tenía la razón? ¿Es necesario llegar a esos extremos para resurgir?

No nos dejemos llevar por nuestro lado salvaje. Es tiempo de que saquemos a relucir nuestra inteligencia, racionalidad y conciencia, que aunadas al trabajo, denuncia y preparación nos darán la victoria segura, no inmediata, pero segura. 

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